Estas fotos son del viaje más hermoso, largo y triste que hice.
Fueron casi dos meses de festejar todos los días reencuentros con mis amigos que no veíamos hace más de dos años, viajar por muchas ciudades y países cada 4 días, dormir muy poco, emborracharnos y meternos al mar.
En este viaje todo parecía increíble salvo por mi estado de total tristeza que me invadía debido a la pérdida de mi papá hacía unos meses.
Durante todo el viaje retrate a personas que ni siquiera conocía. Últimamente es mi forma de estar presente en cada lugar que voy. No tengo selfies ni fotos mías.
Con el tiempo descubrí que hay algo del ciclo de la vida que me perturba y me intriga también, por eso en la mayoría de las fotos que saco aparecen niñxs y viejxs.
El nacer y el morir.
Algo que en ese viaje estaba a flor de piel.
Lucía Nicoli
Buenos Aires