Elegí las fotos intuitivamente. Si lo hacía desde la lógica, quizás hubiera llegado a un lugar parecido, pero me gustó la idea de bucear en el archivo eligiendo porque sí, sin pensar. Al final, me senté con las 10 fotografías que había elegido para saber qué las unía. Me pregunté cómo era que dialogaban entre ellas y me encontré con un claro mensaje. Lo primero que descubrí es que estaban divididas exactamente a la mitad, entre el ser unx y ser dos. Creo que así es como dialogan. Creo que, en el contacto profundo conmigo misma o con otrx, es donde nace mi inspiración. Es lo que busco fotografiar: traducir un conjunto de sensaciones a colores y formas, guardarlas en una imagen para mí, para recordar, y así poder volver a esa sensación que atravesó enteramente mi cuerpo y que habité, todas ellas: amor o dolor, las gotas de agua, líquidas, calientes, deslizándose sobre mi rostro, el peso de mi pelo empapado, los párpados cerrados y apretados.
Me gustan las series, pero no me gustan las series. Siento que todas mis imágenes dialogan, como si fueran una conversación muy larga a través del tiempo-espacio, una conversación quizás conmigo misma, quizás con algo más.
Para mí, la fotografía es una oportunidad de ver por los ojos de alguien más, de recorrer sus paisajes, de asomarme a su bitácora de recuerdos. Esta serie es un breve recorrido por la mía.
Me gustan las series, pero no me gustan las series. Siento que todas mis imágenes dialogan, como si fueran una conversación muy larga a través del tiempo-espacio, una conversación quizás conmigo misma, quizás con algo más.
Para mí, la fotografía es una oportunidad de ver por los ojos de alguien más, de recorrer sus paisajes, de asomarme a su bitácora de recuerdos. Esta serie es un breve recorrido por la mía.
Ornella Marchese
Uruguay